viernes, 6 de noviembre de 2020

"Los pacientes del doctor García", de Almudena Grandes

Magnífica obra ambientada en los años de la posguerra que una de las mejores novelistas españolas nos ofrece en una enrevesada trama donde se entremezclan personajes y sucesos reales con ficción, en un magnífico alarde de recreación histórica e investigación documental que otorga enorme verosimilitud a la historia. En palabras de la propia autora, "es una novela de ficción edificada alrededor de hechos reales". 

Tras sobrevivir al final de la guerra y a la entrada de los "nacionales" en Madrid, el doctor García se ve abocado a la clandestinidad, oculto tras una identidad falsa que no solo le permitirá evitar el paredón, sino también colaborar con el legítimo gobierno en el exilio.

No obstante, las vicisitudes de su existencia le llevarán a verse implicado con una peligrosa red de evasión de criminales nazis asentada en España y liderada por Clara Stauffer, personaje real que desempeñó labores de ayuda a aquellos criminales que, concluida la II Guerra Mundial, eran reclamados por la justicia internacional por su participación en crímenes de lesa humanidad.

Sirva como aperitivo al libro este extracto que transcribo a continuación:

-Stalin ganó la guerra para vosotros -sus dientes chirriaron en el esfuerzo de escupir las palabras sin chillar-. Sin Stalin nunca habríais entrado en Berlín. Entonces no os importaba que fuera un tirano, ¿o es que no lo sabíais?

-El mundo ha cambiado -repitió Goodwin.

-Y tanto que ha cambiado. Ahora mimáis a vuestros enemigos, invertís millones de dólares en Italia, en Alemania, en Austria, los habéis convertido en países democráticos, les habéis devuelto su independencia, su dignidad y su orgullo. Pero los españoles no merecemos tanto, no merecemos nada, aunque fuimos los únicos que luchamos contra el fascismo. O, a lo mejor, ese fue nuestro pecado, ¿no?, habernos atrevido a ser antifascistas sin contar con vosotros, sin pediros permiso, sin implorar vuestras providenciales ayuditas, esos desembarcos que no habrían valido una puta mierda si Stalin no hubiera avanzado desde el este. Como nos hemos atrevido a no deberos nada, ahora el amigo de vuestros enemigos es vuestro amigo, y los enemigos de Franco son los vuestros. Hay que joderse.

Para mí, uno de los mejores fragmentos del libro, que, además, arroja luz sobre la no intervención aliada para oponerse al régimen de Franco tras la derrota del Eje en la contienda internacional y a la posterior connivencia de las potencias aliadas con la dictadura, lo que contribuyó a impedir cualquier intento por restaurar el orden institucional previo a la guerra civil española.

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