Una historia de espionaje que nos sumerge en los horrores de la dictadura militar chilena, con sus torturas, asesinatos y desapariciones, y que tiene como protagonista a Juan Belmonte, un antiguo guerrillero comunista que vive en el anonimato, pero que es obligado a realizar una última misión para los servicios secretos rusos.
Seguramente, el mérito de este libro, cuya trama no me resulta excesivamente original, sea la aproximación que el autor (que fue uno más entre los miles de represaliados) hace sobre la terrible dictadura, que se atisba en la distancia del tiempo pero que forma parte principal de la trama de la historia.
El protagonista de la novela tiene el encargo de impedir un plan de fuga para liberar a Miguel Krassnoff, un sádico torturador que estuvo a las órdenes del sátrapa Pinochet y que permanece recluido en un penal cumpliendo condena por sus crímenes horrendos.
